EL VIAJE DE BRUNO TARTESIO

 

PRELUDIO

Toda búsqueda conduce a un viaje

Y este generalmente a un desencuentro con la meta

En la que nunca hallaremos lo que imaginábamos

Tal vez sea algo parecido, a la larga sustituible, un sucedáneo

Con lo que alimentar la carne, pero no necesariamente con lo que saciar el alma

Pues toda exploración conduce a una transformación

A una disociación entre el yo del pasado

Y el del futuro

Y es que la exactitud está sobrevalorada

Es una ilusión, como lo es la métrica

Pues para eso debemos computar y medir lo homogéneo

Es algo que repetimos como un mantra

.

Las matemáticas tienen ese poder, el de la autenticidad

Pero hay otra realidad oculta, irracional, subconsciente

Camuflada, protegida por las ninfas

Esperando romper las barreras de nuestra mente

Fue por eso por lo que inicié este viaje

Y así

Sin ataduras

Despejar incógnitas

 

LA LLAMADA

Se desató una noche de un calor asfixiante

Sudaba y caminaba a ciegas por el pasillo

Con tremendos problemas para conciliar el sueño

Tal vez por eso me inclinaba contra las paredes

O bien eran ellas las que acudían a mí encuentro

Vertiginosas y asimétricas

.

Era la enésima vez que me llamaba

¿Qué pasa ahora? – le pregunté

No puedo dormir –respondió

¿Y luego?

Tengo miedo papá, no quiero morir -añadió

¿Volveremos a estar todos juntos de nuevo? -insistió

.

Me vino a la mente James Gardner

Y sus comentarios sobre infinitos universos paralelos

Estuve a punto de decirle que somos producto de una singularidad

Y como tal, solo por probabilidad, destinados a repetirnos

.

Pero eso que sustentamos en la fe religiosa algunos, en la ciencia otros

¿Puede realmente calmar las dudas de nuestra mente?

.

Antes una manzana caía por efecto de la gravedad

Ahora un cuerpo con la suficiente masa

Es capaz curvar el espacio y el tiempo hasta doblegarlo

¿Y si esa manzana arqueara nuestro espíritu?

Y este

Atraído por el vacío de una soledad inmensa

Colapsase en un punto infinitesimal

En una singularidad tan diminuta e insignificante

Capaz de generar una ilusión que pudiésemos dar por cierta

¿Qué podría decirse entonces?

¿Qué estamos ante una paradoja?

¿Qué solo somos vacío y oscuridad?

 

EL VIAJE

Conseguí que durmiese

Pero en mi mente emergió una duda

Que en mi corazón se transformó en herida

Y es que el amor lejos de ofrecer respuestas

Genera pesadillas

Así que me acosté

Y cerré los ojos

Pensado en madera seca

 

EL ENCUENTRO

La arena, suave y fina, quemaba

Enrojeciéndome los pies

El sol dañaba la vista

Una bandada de pájaros danzaba en el aire

.

Los observé un buen rato

Luego caminé bajo su auspicio

Y al rato me encontré en un qué pequeño bosque

Húmedo y verde, protegido por dunas

Penetré en sus entrañas sin esperar encontrar nada

Libre, sin prejuicios, como si estuviera en casa.

.

Y allí, en una zona de agua estancada, clara, no muy profunda

Nadaba algo invisible

Una nutria grande y azulada que nada más pisar tierra

Hizo brotar la hierba, verde y vigorosa

 

EL INTERCAMBIO

Lo salvaje es un arte sagrado, una habilidad

Una manifestación de la fusión de lo que nos es íntimo con lo natural

Algo que debemos recuperar porque no podemos vivir sin caminar

Ni olvidar que los senderos son para gente

Civilizada

.

El salvaje no traza un camino

Transita libre entre lo cotidiano

Buscando lo extraordinario

.

Fue lo que me dijo la nutria nada más ponerse a dos patas

Para luego con las delanteras invitarme a sentarme y

Disfrutar de una infusión de hierba santa

Servida en unos cuencos de porcelana china

.

Es muy buena para los pulmones, dijo

Pues respirar es esencial para la vida, añadió

.

¿Eres el Señor del Bosque?, le pregunté

¿Es acaso eso importante?, respondió

Más sorprendente sin duda será que hable, añadió

.

Bebe y cierra los ojos, continuó

Respira suavemente concentrando cada movimiento de tu cuerpo en ello

.

Y así hice con cada músculo y fibra de mi cuerpo

y noté el fluir incesante del oxígeno a través de mis vías respiratorias

El movimiento de mi pecho y abdomen

Para caer rendido nuevamente en un sueño

 

EL SEGUNDO SUEÑO

Caminaba entre árboles, intranquilo y sudoroso

Emergían cual gigantes entre baldosas de piedra

Sobre restos de un arcaico emplazamiento

Restos ahora durmiendo bajo un paisaje salvaje

Las hifas tejían una telaraña bajo la hierba

Y el musgo colonizaba ecos

Voces de una civilización olvidada

.

Me reconocí entre en las gárgolas

Que protegían lo que quedaba de un edificio

En sus enormes bocas vacías

No brotaría ya agua de ellas

Taponadas por innumerables partículas de tierra.

Así me sentía

Apresado por lo salvaje

.

Continué avanzando y me detuve

Junto a un trozo de tubería oxidada

La cogí entre mis manos, la tanteé con los dedos

No había nada de particular en ella

Salvo que manchaba de color ocre mi piel

.

Los rayos de sol obraron el milagro

Y me vi en el pasado recogiendo frutos

Como esa manzana

Esa que plegaba el tiempo con su masa

.

Lo salvaje tiene esa fuerza

Es capaz de curvar el espacio y el tiempo

Dotar de savia lo antes muerto

Y que lo muerto en un giro inesperado

Nutra espacios antes sin vida

Y es que ese trozo de metal ferroso

Alimentaba las raíces que tenía debajo

.

Lo volví colocar donde estaba, y

Comprendí lo incompresible

Que solo el vacío lleva al vacío

Que solo la vida alumbra la vida

Y que incluso lo muerto no está muerto

 

EL TERCER SUEÑO

Trabajaba a destajo

Unos tapones de silicona amortiguaban el rugido de la motosierra

Y el olor de la madera talada impregnaba el aire

.

Me limpié el sudor de la frente con la maga de la camisa

Y fijé la vista en los árboles que aún quedaban en pie

Más afortunados

Que los que ahora eran troncos cargados en tractores

.

El capataz hizo un gesto con la mano

Busqué algún compañero, pero no vi a nadie

Así que empecé a caminar con la intención de no quedarme rezagado

Las botas crujían sobre un suelo colmado de corteza y hojas muertas

Iba con la cabeza encorvada pendiente de no tropezar y caer de bruces

Sobre los restos de ramas que quedaban tras la tala

.

Me alcanzó una tenue brisa que transportaba aromas familiares

Alcé la vista y me vi solo

En un bosque virgen, antiguo y primigenio

Me fijé en unas abejas nutriéndose del néctar de unas flores

Ajenas a una ardilla que recogía bellotas y a un aguilucho que la observaba

Y permanecí inmóvil con la intención de que ningún ruido

.

Alterara lo salvaje

Hasta que lo vi, no muy lejos

Con su hermoso pelaje

Emergió entre los brezos un enorme oso pardo

.

Corrí como si me llevara el viento

Casi flotando

Y ese fue mi error, pues como una pluma en el aire

.

Apenas avanzaba

Y de un zarpazo me proyectó al suelo

Noté sus dientes penetrando en mis entrañas

Mas no sentí dolor, solo pesadez

La insondable pesadez del alma

.

Imaginé que sería un sueño

Mas no desperté

Mi espíritu se elevó varios centímetros

Y observó aquel oso hambriento

Alimentándose de lo que hasta hace poco era mi cuerpo

Quería escapar de allí

Evitar con la mirada semejante espectáculo

Dejar de ver ya ese amasijo de carne muerta

.

El oso se marchó

Llegaron unos cuervos

Pasó luego un zorro

Que simplemente olisqueó un poco

Y finalmente de los restos se alimentaron insectos

También bacterias y gusanos

Brotaron hongos y especies aromáticas

Helechos y un espino albar al que se acercó a comer aún tierno

Un ciervo

.

Mi espíritu aún flotaba en el aire

.

Me vi luego en la piel del ciervo

Moviéndome sigilosamente

Desenvuelto entre la floresta

Viento y aire al mismo tiempo

Fulgor de la mañana y rocío

Espíritu libre, alimento de lobos

Pelaje entre la espesura

Polvo transportado por fuerzas de la naturaleza

.

Y percibí un olor dulzón

En una margarita de pétalos blancos

Y bebí su néctar

Hasta quedar saciado

.

Me desperté en cama,

Tranquilo, relajado

Con la mirada limpia, sin tristeza

Desayuné y miré a través de la ventana

Las flores del cerezo del jardín habían brotado

 

EL DESPERTAR

Estaba tendido en cama

La luz de la mañana atravesaba la persiana

Por entre diminutas rendijas

Mi hijo aún dormía

.

De alguna manera sabía

Que si volvía a preguntarme por la muerte

Tendría una nueva respuesta

Una relacionada con la vida

Una que tal vez

Ayudaría

A eliminar esa angustia que sufría

.

Y dormiría tranquilo

Porque en el fondo y siempre

Somos lo que transmitimos

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